Sinopsis
José Manuel Corredoira Viñuela lleva más de diez años ocupando en el panorama literario español una situación insólita y, a fin de cuentas, poderosamente original. Con esta Silva de varia lección, que es a la vez un Jardín de flores curiosas, José Manuel Corredoira recoge a su manera la herencia humanística de Torquemada y Pedro Mejía. Pero no solo la actualiza al pasar revista a un sinfín de concertados disparates con la mirada crítica del hombre moderno, sino que la renueva por su lucidez y su voluntad de estilo, marcándola con el sello innovador de quien se ha mostrado capaz, al decir de Juan Goytisolo, de «sacar nuevos visos al espejo del idioma». Jean Canavaggio. José Manuel Corredoira Viñuela recupera el gusto mundano de la erudición y el genio popular de la oralidad, que se aventuran en su teatro churrigueresco, como en su narrativa rabelesiana, plenos de humor, parodia, erotismo, vitalidad y juego. Julio Ortega. Un entomólogo valleinclanesco de las letras. Juan Malpartida
El autor
José Manuel Corredoira Viñuela ( Gijón, 12 de julio de 1970) es un poeta, comediógrafo, ensayista y narrador español. Su obra, escrita con profusión barroca, de corte experimental y vanguardista, ha sido saludada como una de las más originales e innovadoras en lengua española del panorama actual.
El novelista y Premio Cervantes de las Letras Juan Goytisolo ha escrito a propósito de uno de sus textos: En Retablo de ninfas, José Manuel Corredoira Viñuela, lector atento de Rabelais y Joyce, preso asimismo del Julián Ríos de Larva, aspira,
conforme a sus palabras, a “sacar nuevos visos al espejo del idioma”. En una cincuentena de páginas cuya densidad literaria obliga al lector — y al espectador virtual — a no perder el hilo o, por mejor decir, madeja de su discurso, alterna los breves intercambios plurilingües de personajes estrafalarios con monólogos cuya erudición exhaustiva, de una inigualable comicidad, sorprende y cautiva a quien se adentra en ellos y sueña en su representación escénica. La apuesta es alta y sobre todo insólita en estos tiempos de mediocridad comercial y desprecio a la inteligencia del lector y espectador.
Según el crítico Julio Ortega, José Manuel Corredoira Viñuela recupera «el gusto mundano de la erudición y el genio popular de la oralidad, que se aventuran en su teatro churrigueresco, como en su narrativa rabelesiana, plenos de humor, parodia, erotismo, vitalidad y juego».