A partir de la figura del viajero como personaje y narrador, en Trajinantes de caminos Ana Rodríguez Fischer estudia las crónicas, reportajes, artículos y narraciones de viaje firmados por Ganivet, Valle-Inclán, Azorín, Baroja y Unamuno, con el precedente de las impresiones reunidas por Emile Verhaeren y Darío de Regoyos en España negra (1899).
En tanto que narrador, el viajero es ante todo una mirada y una voz. Ya no se limita a registrar o inventariar sino que selecciona y singulariza, expresando los cambios de sensibilidad y las preferencias estéticas, y modulando nuevas formas tras el desarrollo alcanzado por la literatura de viajes en la segunda mitad del siglo XIX. Escrutar la temática, los motivos y premisas, el designio que mueve su pluma, las referencias y fuentes, los autorretratos o las reflexiones sobre el propio proceso de escritura permite articular un discurso metanarrativo que dibuja una teoría del viaje en nuestros escritores.
El paso del siglo XIX al XX conlleva una mayor ficcionalización de la figura del viajero y también una progresiva esencialización. Conforme las geografías exóticas o pintorescas se vuelven casi familiares y tópicas, los escritores exploran otros territorios y el viaje se convierte también en metáfora del conocimiento y epopeya íntima. Y así, conviven en estas páginas el pedagogo y reformista de estirpe ilustrada, el soñador, el paseante solitario, el artista, el curioso, el flanéur, el cronista de actualidad, el reportero bélico, el errabundo, el espectador reflexivo, el viajero inmóvil o el que deambula incansablemente por los campos del espíritu. Encontramos aquí una variada gama de personajes que confieren a esta literatura su particular viveza y atractivo.
Además, el interés aumenta cuando estos textos tan olvidados los leemos en diálogo con las grandes obras de sus autores y observamos los vínculos indisolubles entre unos y otras.
ANA RODRÍGUEZ FISCHER (Asturias, 1957) es Profesora de Literatura Española en la Universidad de Barcelona, donde se doctoró con la tesis La obra narrativa de Rosa Chacel, escritora de la que ha editado los nueve volúmenes de su Obra Completa, junto con otros títulos, más los epistolarios Cartas a Rosa Chacel y De mar a mar: Correspondencia entre Rosa Chacel y Ana María Moix. Es autora asimismo del volumen Prosa española de vanguardia y de otros trabajos de escritores de la Edad de Plata (Alberti, Zambrano, Altolaguirre, Lorca, Aub, Prados, Remedios Varo), así como del tomo XIII de las Obras Completas de Ramón Gómez de la Serna.
En los últimos años ocupa su atención la literatura de viajes, género al que, además de varios artículos, ha dedicado el ensayo Paseantes y curiosos.
Entre las ediciones críticas, cabe destacar las de Moratín (Apuntaciones sueltas de Inglaterra), Bécquer (Rimas y Leyendas), Rosalía de Castro (El caballero de las botas azules, Cantares gallegos), Juan Marsé (Si te dicen que caí), José María Guelbenzu (El mercurio, El río de la luna) o Eduardo Mendoza (La verdad sobre el caso Savolta). De su atención a la novela española contemporánea nace el ensayo Por qué leemos novelas, fruto de una sostenida labor de crítica literaria a lo largo de más de dos décadas en ABC Cultural, Letras Libres, Revista de Libros, entre otras. En la actualidad, es colaboradora habitual del suplemento literario del diario «El País», Babelia.
Como escritora, inició su trayectoria en 1995, cuando obtuvo el Premio Femenino Lumen por la novela Objetos extraviados, a la que siguieron Batir de alas (Acento, 1998), Ciudadanos (Edhasa, 1998), Pasiones tatuadas (SM, 2002), El pulso del azar (Alfabia, 2012) y El poeta y el pintor (Alfabia, 2014).