Sinopsis
Una novela apasionante que utiliza la narrativa de acción y suspense para transportarnos a la Edad Media, a un mundo fascinante de reyes, damas y castillos. En su primera mitad, el amor y la muerte se entrecruzan vibrantemente para dejar paso a un final que sorprende por ser la caridad el motivo principal que resalta en esta parte de la novela. La historia comienza con la narración de la vida de una familia noble aragonesa del S. XIII, la del conde Arnaldo y su hijo Pedro, quien, en su juventud pronto pervierte su angelical candor con el trato y amistad de malos compañeros. Atrevido y audaz, busca cada vez empresas más temerarias, y ayudado por sus compañeros de vicio, es el escándalo y el terror de la ciudad. Es el dolor, la piedad y la gracia que, como un rayo de luz penetran en el corazón del que ha sido capitán de bandidos, transformándose en caballero de Cristo.
El autor
Me llamo Alejandro, nací en Cantalejo, un pueblo de la provincia Segovia hace ya mucho tiempo. Desde muy joven he sido un gran aficionado a la lectura, y ya entonces me empezó a picar el gusanillo de crear yo mismo esas novelas que tanto me emocionaban.
Mi carrera de escritor comienza a los dieciocho años, durante el servicio militar. En los ratos libres comienzo a escribir un diario que, desde entonces sigo dedicándole un tiempo. Me emociona leer ahora lo que hacía entonces.
Pocos años después, y, en un contexto diferente, en medio de un hermoso paisaje: un pinar mío situado al lado de una pradera con una laguna y terrenos de cultivo a la orilla, construí una pequeña caseta en la que monté un discreto despacho donde me pasaba leyendo y escribiendo la mayor parte de las mañanas. Fue aquí y entonces donde cogí la afición a escribir: primero pequeñas reflexiones sobre frases que sacaba de los libros que leía y que tanto me llamaban la atención por el mensaje que transmitían. Pero el paso decisivo llegó unos años después. Desde muy joven he sido un gran aficionado a la lectura y, ya desde entonces me empezó a picarme el gusanillo de crear yo mismo eso que tanto admiraba, esas novelas que leía de otros autores y que tanto me emocionaban. Y así, por fin, perdido en esa pequeña cabaña, con un bolígrafo y unos folios, fue donde por primera vez comencé a redactar mi primera novela. Después me puse más al día y compré un pequeño ordenador portátil, pero, como en la cabaña no tenía luz ni teléfono para cargar la batería, tuve que acoplarlo al mechero del coche. Así fue como este pasó a ser después mi nuevo escritorio ambulante y, como una especie de escritor vagabundo recorría toda clase de lugares y paisajes viendo llover o nevar mientras escribía .Había momentos en los que eso que escribía me emocionaba tanto, que sentía la impresión de que podía conseguirlo; hoy ya voy por mi octava novela.