En Cielo y Chanca estoy por decir que los verdaderos protagonistas son la luz y el silencio. La luz es externa, en esos cubículos de casas apaisadas, semejantes a cristalizaciones de sal, teñidas de tórridos colores en la disposición de las calles que serpean la colina milenaria, y el silencio es interno: lo provoca el vacío que deja el sufrimiento de tantas gentes, pobres gentes a lo largo de los últimos siglos. Arriba está la Alcazaba, como un signo de poder inalcanzable, una especie de bota férrea y pétrea que oprime el cuello de los desafortunados, y abajo está el mar, el mar bullente de presagios para los pescadores que dieron nombre al lugar. Ah el mar, en la obra de este hombre. Desde el mar de olivos de su tierra natal saltó a este gran mar que acoge todo cuanto de inasible existe en la obra de Santano: la incertidumbre, el miedo, la zozobra ante la vida y el misterio de la muerte.
José Antonio Santano. Baena, Córdoba, 1957. Es Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Almería, y autor, entre otros, de los libros: Profecía de Otoño (Sevilla, 1994), Exilio en Caridemo (Almería, 1998), Íntima heredad (Endymion, Madrid, 1998), La piedra escrita (Alhulia, Salobreña, 2000), finalista Premio Nacional de la Crítica 2000, Suerte de alquimia (Alhulia, Salobreña, 2003), finalista del Premio Andalucía de la Crítica 2003, Trasmar, de narrativa (Alhulia, Salobreña, 2005), Premio Andalucía de la Crítica «Ópera Prima» 2005; Las edades de arcilla (Alhulia, Salobreña, 2005); Razón de ser. X Premio Internacional de poesía «Luis Feria» 2008, Caleidoscopio (IEA, Almería, 2010), Estación Sur (Alhulia, Salobreña, 2012), Tiempo gris de cosmos, Nazarí (Granada, 2014), Memorial de silencios, Ediciones en Huida (Sevilla, 2014), Los silencios de La Cava (Alhulia, Salobreña, 2015) y La voz ausente (Alhulia, Salobreña, 2017)