La autora, ante la pregunta: “¿qué es para usted un relato?”, decidida y convencida, contestó: “son como teselas multicolores, de cerámica, arcilla, barro, madera, e incluso de oro de un mosaico romano; retazos de un patchwork que adornan, alegran y hacen acogedora una habitación, por sencilla que esta sea. Son también los cristales de un caleidoscopio, que combinados entre sí y jugando con los colores forman y recrean bonitas figuras: rosas, flores, cenefas y filigranas; así son los relatos, pienso yo, que conforman una vida, aunque sea corta”.
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El callejón de los silencios
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