Sinopsis
Sin noticias del mundo animal es un libro que gravita alrededor de una maldición tan antigua en el hombre —son palabras de Luis Cernuda— como es el deseo de cambiar de sitio. Formalmente, visto desde fuera, se podría calificar como un libro de relatos, en su mayoría breves, que suman un total de cincuenta y cinco piezas. Pero con el término relato no se acierta a plasmar el sentido de un libro que, en realidad, está muy lejos de una narrativa basada en la fórmula de «planteamiento, nudo y desenlace» y que más bien forma parte de esa familia de obras caracterizadas por lo que el crítico Ignacio Echevarría —a partir de una expresión de Robert Musil— llamó «el asco de narrar». Me gusta imaginar al Javier funcionario como uno de sus personajes: encaramado al techo de su despacho pensando en las historias que pueblan las páginas de este libro transcrito más tarde por el Javier escritor. A ese segundo Javier lo imagino mojando la pluma de un ave extinta en un tintero hecho de materiales nobles y relleno de pigmentos vegetales. Así, la escritura de ese Javier que me invento recorre un pergamino que discurre por un pasillo muy largo y acaba llamando a la puerta de quien ahora tiene este libro en sus manos. Cualquier parecido con la realidad es, por supuesto, pura coincidencia.
El autor
Javier Echalecu (Madrid, 1981) es escritor, traductor y administrador civil del Estado. Actualmente trabaja en el Ministerio de Cultura. Es autor de Lo malo de una isla desierta (Pre-Textos, 2021) y Sin noticias del mundo animal (Mrs. Danvers, 2025), y algunos de sus relatos han aparecido en las antologías Segunda parábola de los talentos (Gens Editorial, 2011) y Tres rosas amarillas 01 (en la editorial homónima, 2011). Del italiano ha cotraducido, entre otros libros, La vida fácil. Silabario de Alda Merini (Trama Editorial, 2017), De profundis de Salvatore Satta (La Umbría y la Solana, 2019) y La tribu Einaudi de Ernesto Ferrero (Trama Editorial, 2020).
De sus cuentos se ha escrito: «relatos muy elocuentes, intrigantes y divertidos que nos transportan muy lejos en la imaginación» (L. Satorras, BABELIA); «como rocas, como gemas inatacables y brillantes, los cuentos de Javier Echalecu tienen unas paredes transparentes que dejan ver su interior, y en su interior las extrañas situaciones en las que se debaten unas criaturas parecidas a las apresadas en las cuentas de ámbar» (Enrique Andrés Ruiz, NUEVA TRIBUNA); «una forma de hacer cuentos que toma lo mejor de ciertos maestros contemporáneos» (M. Candeira, REVISTA CULTURAL TURIA).


